Hace tres años, el PSC concurrió a las elecciones al Parlament con Units per Avançar, la formación heredera de Unió Democràtica. La bipolarización del procés hizo que los de Duran i Lleida y Ramon Espadaler hicieran esta operación para asegurarse presencia institucional yendo en las listas del no independentista que consideraron menos malo, aunque fuera progresista. Así, la democracia cristiana que representaba Unió terminó con los socialistas y teniendo un diputado.
Ahora las dos formaciones han vuelto a cerrar el pacto, que algunos socialistas ven antinatural pero que les asegura el apoyo de unos cuantos votos más. Units, en cambio, se asegura mantener el diputado.