El ex ministro de Administraciones Públicas durante el primer mandato de Zapatero, Jordi Sevilla, ha anunciado este lunes que cierra su cuenta de Twitter. El desencadenante de esta decisión ha sido un enfado virtual con el alcalde socialista de la localidad de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas.
El exministro Sevilla ha acusado a Rodríguez Salas de apuntarse a la «demagogia antipolíticos», porque el alcalde andaluz ha publicado un tweet con un listado de colocaciones de ex ministros en consejos de administración de grandes empresas. Lo que se denomina como la puerta giratoria entre la administración pública y la empresa privada.
No es el primer político que abandona Twitter enfadado con comentarios que se han hecho en la red social. También es el caso de la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, el presidente de Extremadura, José Antonio Monago y la ministra de Trabajo, Fátima Bañez.