El Congreso todavía parece estar de vacaciones a pesar del estreno del curso político de este miércoles, que ha empezado con una hora de retraso por culpa de unas goteras que han mojado algunos escaños.
El presidente de la Cámara, Jesús Posada, ha tenido que interrumpir la sesión de control al Gobierno, prevista para las 9h de esta mañana, porque el agua que caía del techo del Congreso impedía que los diputados se pudieran sentar en sus sitios.
Las obras de remodelación que lleva a cabo la empresa Dragados, una de las del grupo ACS que preside Florentino Pérez, y presupuestadas en 4,4 millones de euros, no se han terminado a tiempo y el techo del palacio no ha resistido la lluvia que ha caído durante la noche sobre Madrid.
El agua han dejado chorreando el cuero de los asientos de los diputados. Una docena de parlamentarios no ha podido ocupar sus escaños.
La imagen del Congreso de los Diputados puede quedar afectada por el contratiempo de este miércoles y supone una metáfora del resultado de la candidatrua olímpico del pasado sábado, según han comentado algunos de los protagonistas a las redes. Algunos dirigentes, como el de UPyD, Toni Cantó, ha dicho vía Twitter que un grupo de turistas japoneses que ocupaban la tribuna de invitados para visitar la Cámara «deben de estar alucinando».
